Rentas vitalicias

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¿Qué es la renta vitalicia y cómo funciona?

¿Qué estrategias utiliza para mantener un flujo constante de ingresos durante la jubilación? La transición a la jubilación supone una pérdida de ingresos netos para las personas. Esto puede obligar a realizar importantes ajustes en el estilo de vida. Para recibir la prestación de jubilación y mantener un nivel adecuado de ingresos, hay varias formas de ahorrar ahora. Las rentas vitalicias son una de esas opciones, que cada vez más personas optan por ella.

En lugar de proporcionar la tranquilidad que conlleva el descanso, la jubilación provoca en muchos jubilados ansiedad. Porque la paga de su pensión pública es inferior a lo que ganan mientras trabajan. Las rentas vitalicias son ahora la mayor opción para este escenario, según un informe de ICEA (Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras y Fondos de Pensiones) que afirma que alrededor de 2,5 millones de españoles han optado por esta opción.

¿Que son las rentas vitalicias?

Las rentas vitalicias son un tipo de inversión basada en los seguros. Es la alternativa para quienes desean complementar su pensión pública y es cada vez más popular entre los particulares que buscan ahorrar más dinero. Las rentas vitalicias son planes de ahorro que prometen pagar una cantidad fija de dinero a intervalos regulares después de que el cliente haya pagado una prima previa. Este tipo de seguro ayuda a planificar los ahorros y recibirlos en forma de renta.

Es decir, en el seguro de rentas vitalicias, el tomador del seguro realiza una aportación de capital a su póliza que puede ser única o periódica a lo largo de un determinado periodo de tiempo para que crezca. Este dinero es un ahorro para el tomador que lo recibirá como renta a partir de una edad acordada con la aseguradora. El pago es mensual generalmente aunque se puede pactar otra periocidad.

El objetivo de una renta vitalicia es proteger los ingresos de un jubilado durante su retiro. También son cruciales cuando aumentan los costes sanitarios o se desea disponer de más dinero para viajes y actividades de ocio. Dependiendo de la cantidad de dinero que se necesite, la renta vitalicia puede utilizarse de forma flexible e incluso permite una planificación patrimonial eficaz.

¿Quién hereda la renta vitalicia?

No hay que perder de vista que una renta vitalicia es una forma de seguro. Por lo tanto, es un contrato de voluntades, en el que el tomador del seguro determina quién recibirá su pensión si fallece. Existen varias opciones para que el tomador del seguro herede su pensión vitalicia. Una opción es que si uno de los socios fallece, su pareja recibe automáticamente la cantidad acordada hasta su muerte.

El seguro de rentas vitalicias también permite al titular del contrato ceder su seguro de vida a un tercero, que no es el rentista. Dado que las rentas vitalicias son productos de ahorro y no de riesgo, el titular del contrato determina quién heredará la prestación a su muerte en el contrato. El tomador del seguro puede elegir la forma en que sus herederos perciban la renta.

¿Qué tipos de renta vitalicias hay en España?

En la actualidad, hay 2 tipos de renta vitalicia en España.

Rentas Inmediatas

El beneficiario comienza a recibir las prestaciones al mes siguiente de haber depositado el capital correspondiente a la prima en este tipo de rentas. El importe, la edad, el sexo y la probable esperanza de vida del beneficiario de la póliza influirán en la cantidad de dinero que reciba a lo largo del tiempo. Es una buena oferta para personas de 60 años o más que hayan invertido entre 40.000 y 50.000 euros.

Rentas diferidas

Esta renta vitalicia es similar a un contrato de seguro. El beneficiario recibe la renta vitalicia especificada en el contrato en un momento determinado del futuro cuando se contrata este tipo de renta. Una persona de 50 años que firma el contrato hoy puede garantizar que recibirá la renta vitalicia a los 65 años, es decir, en 15 años. La anualidad se pagará hasta el fallecimiento del rentista, independientemente del momento en que se inicie.

¿Qué impuestos recaen sobre una renta vitalicia heredada?

Una renta vitalicia no es lo mismo que una renta perpetua, a pesar de lo que mucha gente cree. Una vez que el beneficiario fallece, una renta vitalicia se paga a sus herederos en lugar de transmitirse a través de las generaciones. Una renta vitalicia, en cambio, se extingue a la muerte del beneficiario, por lo que no contribuye a la sucesión. Sin embargo, hay cláusulas que pueden permitir que pasen a formar parte de la herencia.

Cuando uno de los rentistas fallece, el titular superviviente es responsable del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, así como de los pagos futuros. El capital, si está estipulado en el contrato, se incluye en la herencia y se paga a los herederos a la muerte de los rentistas. Al no ser compatible con el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, este dinero no tributará en el IRPF

¿A quién le interesa obtener una renta vitalicia?

Cuanto mayor sea la edad de la persona que percibe una renta vitalicia, más interesante le resultará hacerlo. También la fiscalidad de este instrumento empieza a ser atractiva para los individuos de 50 años y se vuelve cada vez más beneficiosa para los mayores de 70. Este producto financiero fue creado originalmente para ayudar a las personas a jubilarse, y es una herramienta que beneficia a jubilados o personas a punto de jubilarse.

Cuando el dinero de una renta vitalicia procede de un plan de pensiones o de otro producto que permita la deducción fiscal de las aportaciones, tributa como renta del ahorro y capital mobiliario en el IRPF y no tributa como renta del trabajo. Esto significa que pagará menos impuestos en la mayoría de las situaciones. Además, sólo se paga una parte de los ingresos propios y  Disminuye a medida que aumenta la edad de contratación.

¿Qué tipos de renta existen?

Existen 3 modos de renta

Modalidad de capital cedido

No hay forma de recuperar el dinero cuando se invierte en una renta vitalicia de este tipo. Es decir, aunque el titular fallezca, no se le reembolsará la prima inicial. Con este tipo de rentas vitalicias puede recibir una renta más alta que con otros tipos de rentas. Este es el precio de la selección de la ausencia de liquidez total.

Modalidad de rentas constantes o capital reservado.

En este tipo de renta es posible rescatar el capital, lo que significa que el contrato puede rescindirse en cualquier momento. Y si uno o varios asegurados fallecen, los beneficiarios especificados en la póliza de seguro pueden reclamar la prima pagada por el asegurado. Si se trata de que los asegurados quieran retirar su dinero, sólo recibirán el valor mercado.

Modalidad mixta

Una renta vitalicia que combina las características de los dos primeros tipos se conoce como renta vitalicia híbrida. En este tipo de rentas se puede devolver el capital en cualquier momento, pero a valor de mercado. Cuando los beneficiarios especificados en el contrato fallezcan, sólo recibirán una parte del capital invertido, que se reducirá con el tiempo. En otras palabras, cuántos mas años pasen, será menor.

 

Ventajas de las rentas vitalicias

La seguridad es una de las ventajas de las rentas vitalicias. Se trata de un producto que garantiza al tomador una renta mensual pase lo que pase. El beneficiario también tiene la ventaja de poder disfrutar de sus ahorros sin preocuparse de que se acaben algún día. Hasta el fallecimiento, la renta vitalicia se paga. El asegurador asume el peligro de que el asegurado viva por encima de su esperanza de vida.

Las rentas vitalicias son muy beneficiosas para los mayores de 50 años por las ventajas fiscales que ofrecen, ya que tributan como rentas del ahorro y no como rentas del trabajo, que son significativamente menores. También son un método excelente para que los titulares de las rentas vitalicias planifiquen su herencia. Es posible elegir a las mismas personas para recibir el dinero; pueden ser todos los herederos naturales, alguno o incluso algún tercero.

 

Desventajas y peligros

Antes de firmar una renta vitalicia, es fundamental entender los peligros y riesgos que conlleva. Uno de ellos es que, si opta por una renta vitalicia diferida, es posible que no pueda recuperar todo su dinero por adelantado. Si la cartera en la que se invirtió el capital no ha tenido un buen rendimiento, existe la posibilidad de que no pueda recuperar su dinero.

El principal inconveniente es que la renta vitalicia no está cubierto por el Fondo de Garantía de Depósitos, ya que es una modalidad de póliza que depende de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP). En el desafortunado caso de que la empresa aseguradora quiebre, el Consorcio de Compensación de Seguros se encargará de devolver los fondos a los ahorradores, ya que no depende del Fondo de Garantía de Depósitos.

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